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El Leгіn Y El Mosquito Fabulas De Esopo

Fгўbula el mosquito y el Leгіn de esopo
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Fгўbula El Mosquito Y El Leгіn De Esopo Y tocando su trompeta el mosquito acometió, picándole en la parte sin pelo del hocico, al lado de las narices. entonces, el león, aturdido de dolor, al rascarse con sus garras, se rindió. el mosquito, al vencer al león, tocó su trompeta entonando el canto de la victoria y echó a volar. entonces, se enredó en una tela de araña y, al ir. Yo soy mucho más valiente que tú y si no, probemos. diciendo y haciendo, el bicho se introdujo en la nariz de la fiera y le picó internamente, produciéndole gran mortificación. al fin, el mosquito salió cantando mientras que el león se quedó humillado. de pronto, el rey de los animales vio, sin poder contener la risa, que su ocasional.

Fгўbula el mosquito y el Leгіn de esopo
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Fгўbula El Mosquito Y El Leгіn De Esopo El mosquito orgulloso hizo sonar su zumbido y sin darse cuenta se enredó en una tela de araña. mientras que la araña lo devoraba, él se lamentaba porque había luchado contra los más poderosos, ganándolos fuese a parar a manos del animal más insignificante, la araña. moraleja de la fábula de esopo: el león y el mosquito. no importa lo. El león, desesperado y agitado por el dolor punzante y constante, luchó por deshacerse de su diminuto adversario. pero en vano; terminó rindiéndose ante el acoso persistente de su pequeño torturador. triunfante y exultante, el mosquito voló con su zumbido victorioso, resonando en el aire. sin embargo, en su arrogancia ciega, no vio la. No subestimes el poder de lo pequeño, dijo el mosquito. decidieron empezar el duelo. el mosquito voló rápidamente y picó al león en la nariz. molesto, el león intentó atraparlo, pero falló. el mosquito volvió a picarlo, esta vez en la oreja. el león rugió de enojo y se golpeó a sí mismo mientras intentaba atrapar al mosquito. Yo soy más fuerte que tú, y si quieres ahora mismo te desafío a combate. y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándolo repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo. el león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al combate. el mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido.

fabulas de Sopo la Zorra y Las Uvas el Leon y el mosqui
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Fabulas De Sopo La Zorra Y Las Uvas El Leon Y El Mosqui No subestimes el poder de lo pequeño, dijo el mosquito. decidieron empezar el duelo. el mosquito voló rápidamente y picó al león en la nariz. molesto, el león intentó atraparlo, pero falló. el mosquito volvió a picarlo, esta vez en la oreja. el león rugió de enojo y se golpeó a sí mismo mientras intentaba atrapar al mosquito. Yo soy más fuerte que tú, y si quieres ahora mismo te desafío a combate. y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándolo repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo. el león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al combate. el mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido. El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña. al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña. Estaba un día el grande y fiero león, considerado por todos el rey de los animales, dormitando sobre la hierba seca de la sabana. todo estaba tranquilo y sólo se oía de vez en cuando el canto de algunos pájaros o el gritito agudo de algún mono. de repente, esa paz se rompió. un mosquito se acercó al soñoliento león y comenzó a darle.

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El Leгіn Y El Mosquito Fгўbula Mosquito Fabulas Fabulas ођ El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña. al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña. Estaba un día el grande y fiero león, considerado por todos el rey de los animales, dormitando sobre la hierba seca de la sabana. todo estaba tranquilo y sólo se oía de vez en cuando el canto de algunos pájaros o el gritito agudo de algún mono. de repente, esa paz se rompió. un mosquito se acercó al soñoliento león y comenzó a darle.

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